¿Recuerdas cuando buscábamos trabajo en el periódico?
Qué tiempos aquellos ¿verdad? Y en realidad tampoco hace tanto de eso. Pero tu y yo sabemos que el tiempo, cada día, pasa más rápido…
Antes, si no tenías la suerte de que te contratasen después de las prácticas, o que pudieses entrar en el negocio familiar, si querías encontrar trabajo te tocaba llamar a los anuncios del periódico, llamar a las empresas de la zona o pasarte horas recorriendo las calles, cargando un buen montón de CV que ibas repartiendo con la esperanza de que no te mirasen con compasión al marcharte. Incluso, aunque fueses el mejor o la mejor en lo tuyo.
Ahora… Ahora todo ha cambiado. Y además, ha cogido velocidad.
Ahora si quieres demostrar tu calidad y valía como profesional en tu campo, tienes que tener presencia digital, por ejemplo, con un buen perfil en LinkedIn, ¡más aún si estás en búsqueda activa de trabajo!
Pero esto último no es requisito imprescindible porque hoy en día, las oportunidades laborales no te llegan solo cuando las buscas; ahora te puede llegar la oportunidad de tu vida cuando menos te lo esperes, incluso aunque creas que ya estás donde querías estar.
Y si tu objetivo a nivel profesional es llegar a lo más alto, tu presencia en el mundo online se ha vuelto casi imprescindible, seas freelance, titular de una empresa o trabajes por cuenta ajena.
Tu imagen en tu estrategia de Marca Personal
Que una imagen vale más que mil palabras y que la cara es el espejo del alma son dos afirmaciones que hoy, influyen más que nunca en nuestra vida laboral y en nuestra posición como profesionales de cara al mundo y, sobre todo, de cara al resto de empresas.
Es por eso que en todas las redes sociales, profesionales o personales, el foco principal al que se le da mayor protagonismo, es a la foto de perfil.
Porque es lo que el mundo quiere ver de ti y a través de la que sin conocerte te va a pre-definir (y pre-juzgar): quién eres, tus valores, tu potencial, tu autoridad, tu nivel de cercanía o distanciamiento, la profesionalidad y la confianza que desprendes…
Todo eso pasa por la cabeza de quien te ve en apenas unas milésimas de segundo en tu foto de perfil.
Y quien dice tu foto de perfil, dice tu avatar en tu cuenta de email, tus fotos en una entrevista para terceros o tus fotos corporativas dentro de la web de la empresa o de la tuya propia.
Es por eso que la fotografía de marca personal o personal branding se ha convertido en una de las vías más efectivas a la hora de crear tu identidad en internet. Porque es principalmente, la que te ayudará a transmitir aquello que quieres que otros vean en ti y la que conseguirá conectar con los demás.
Porque, de manera consciente o inconsciente, siempre juzgamos a las personas por la primera impresión que nos dan: su estilismo, el cuidado a la hora de peinarse o maquillarse, sus posturas, su tono al hablar con nosotros o escribir, la manera en la que dan su opinión…
Todo nos da muchísima información que, sin quererlo, nos impulsan a tener una opinión sobre esa persona e incluso, a creer que sabemos cómo es con solo unos minutos de relación.
Así, cada día, son más las empresas que buscan información de sus candidatos en internet, incluso cuando ya tienen casi del todo decida su contratación: porque son conscientes de que 30 minutos de entrevista no son suficientes para saber si están acertando en su decisión. Saben que los nervios podrían jugarte una mala pasada, o lo que es peor (para ellos): que te prepares muy bien para la entrevista y después se lleven una decepción.
Por cierto, te sorprenderias viendo la cantidad de información que hay sobre nosotros al alcance de cualquiera en la Red (nuestra huella digital).
Volviendo al tema, es por esa nueva estrategia que han tomado las empresas por lo que cada día también son más los profesionales y trabajadores por cuenta ajena, especialmente aquellos que aspiran a alcanzar altos cargos dentro de una compañía o a conseguir una buena reputación para sus empresas, los que deciden invertir en su imagen de marca personal.
En un momento en el que pasamos al día más horas mirando imágenes en el móvil o en la tele y opinando, que leyendo o paseando, el tiempo que tardamos en hacernos un perfil completo de una persona a nivel mental solo con ver su foto es casi inmediato.
Lo que opinan, a tu favor
No quería terminar este primer post sin compartir contigo una reflexión acerca de algo que me parece de vital importancia, que seguro podría ayudarte a empezar a crear esa imagen que quieres que otros tengan de ti (como ves, hablamos de la opinión que otros tengan de ti llamándola “imagen de ti”… No es una simple coincidencia).
Tú sabes que la gente, las personas, nos fiamos de lo que dicen otras personas. Aunque no las conozcamos de nada.
Dime si no, cuando vas a reservar vacaciones en un hotel, un viaje con una compañía aérea o vas a comprar un producto en Amazon, ¿qué es lo primero que miras para tomar tu decisión final de compra? …
Eso es. Las opiniones.
Es por eso que una red social profesional e inteligente como Linkedin, da mucha importancia al tema de la red de contactos y a las validaciones que da derecho a otros a hacer sobre las aptitudes que dices tener en tu perfil.
Y esto muchos podrían verlo como un riesgo. Pero tú puedes ser inteligente y utilizarlo en tu favor.
Tu branding personal debe mostrar aquello que tú quieres que otros vean en ti, aquello que haga que tu “público objetivo” (seas o no empresa) conecte contigo y vea en ti eso que busca.
Y para eso, recuerda que tu imagen, ya sea de perfil o la que cause esa primera impresión, es la llave de entrada.